Conocida como ornitomancia, la observación de las aves es una forma de lectura de augurios provocados. Desde tiempos inmemoriales, se ha pensado que las aves poseen habilidades especiales para comunicar el futuro, quizás debido a que son de las pocas criaturas que poseen la capacidad de volar.
Las aves se consideraban mensajeras de la divinidad. Esto parecía del todo natural, pues los pájaros pueden volar directamente hacia los dioses en cualquier momento. Poseedoras de toda la sabiduría debido a esta interacción con las deidades, las aves fueron herramientas de adivinación favoritas para la mayoría de las culturas. Los estudiosos sugieren que este uso surgió de la práctica de los navegantes que, al encontrarse perdidos en el mar, podían seguir a las parvadas en dirección a tierra.
Los augurios se pueden tomar de su aparición repentina; de la dirección en la que vuelan; de sus graznidos; su número; el modo en que se posan en el suelo y sus movimientos posteriores. Una antigua forma de adivinación especializada consistía en liberar un pájaro cautivo y determinar el futuro según la dirección de su vuelo.
Algunas civilizaciones ancestrales preferían tipos específicos de aves, la mayoría de las cuales eran predadoras. Los griegos y los romanos observaban a las águilas, los cuervos, las cornejas y los buitres; los antiguos germánicos también favorecían a los primeros tres de esta breve lista. Los sacerdotes y sacerdotisas celtas preferían a los cuervos, las águilas y los reyezuelos. Se describía a muchas figuras heroicas de esta antigua cultura como poseedoras de la habilidad para comprender el lenguaje de los pájaros y conversar con ellos. Esto podría ser una velada referencia a la destreza en la práctica de la ornitomancia.
El perico entonces elegía al azar un papelito en el que se revelaba la fortuna de la persona. Algunas aves aún están vinculadas con los mensajes adivinatorios. En Estados Unidos, por ejemplo, el pájaro rojo es un pronosticador. Si ve uno, pida un deseo. Si el pájaro vuela hacia arriba o hacia el este, el deseo se volverá realidad.
Estudios recientes han demostrado que las aves están desapareciendo rápidamente debido a la pérdida de sus hábitat y al uso continuo de pesticidas. Se están tomando acciones para asegurar su supervivencia, y algunas especies están comenzando a crecer en número. No obstante, muchas de ellas están a punto de extinguirse. En Hawai, el canto de numerosos tipos de pájaros que sólo vivían en esas islas ha sido silenciado. Por fortuna, muchas organizaciones están directamente involucradas en la preservación de las aves silvestres.
La adivinación por medio de las aves es una placentera forma de conocer el futuro. Vaya a un lugar donde haya muchos árboles, una fuente de agua y comida para los pájaros. Póngase de pie o siéntese, y formule su pregunta. Vuelva la cara al cielo y espere que aparezcan las aves.
Si repentinamente cruzan el cielo de izquierda a derecha, la respuesta es favorable; si lo hacen de derecha a izquierda, desfavorable. Si no aparece ningún pájaro, repita la pregunta más tarde.
Si las aves vuelan directamente hacia usted y sobre usted, los signos son favorables o la respuesta es sí. Si vuelan por encima de su cabeza y se alejan, es desfavorable, o es no.
Se piensa que algunos pájaros son afortunados, y otros desafortunados (vea la lista más abajo). Ver un ave afortunada en el lado izquierdo disminuye en gran medida sus aspectos positivos; un pájaro desafortunado en la derecha, provocará sólo un poco de mala suerte. Sin embargo, las aves afortunadas en el lado derecho y las desafortunadas en el izquierdo son signos claros y necesitan poca interpretación. Esta información, no obstante, puede ser ignorada si así se desea.
El número de pájaros que siguen el mismo camino o se posan en el mismo objeto durante su observación también determina la respuesta: un número par es positivo; un número impar es negativo. Que cuatro aves vuelen de izquierda a derecha se considera un signo de lo más auspicioso; tres pájaros volando de izquierda a derecha es desfavorable. Así, su número también se debe tomar en consideración. Una vez más, si un número impar vuela en la dirección positiva, indague su mensaje tan bien como pueda. (Aquí, “favorable” puede indicar una respuesta adivinatoria positiva a una pregunta afirmativa o negativa; “desfavorable” puede indicar una respuesta negativa.)
Cuando se escuchan durante la adivinación, los graznidos de las aves también pueden tener un uso adivinatorio. Uno o dos gritos son positivos; tres, negativos. Un número mayor de graznidos indica que las aves no están disponibles en ese momento para proporcionar respuestas.
La altura a la cual vuelan juega un papel en esta forma de adivinación. Las aves de buen agüero que vuelan alto predicen una suerte extremadamente buena; si vuelan bajo, un evento positivo disminuido. De modo similar, las aves desafortunadas que vuelan a grandes alturas predicen sucesos en exceso malos; si lo hacen más bajo, disminuye su efecto.
Cuando comience a trabajar con los pájaros de su región —y no necesitan ser predadores, aunque los halcones y las águilas son ideales—, quizás encuentre que una especie en particular parece proporcionar los mejores resultados. Si es así, es seguro ignorar los augurios de otros tipos de aves y confiar solo en esa especie para obtener mensajes.